Tewkesbury Abbey
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Atracciones medievales en Inglaterra
La Abadía de Tewkesbury en Tewkesbury, Inglaterra, es uno de los lugares medievales más impresionantes de Gran Bretaña y una obra maestra de la arquitectura normanda. Situada en la pintoresca ciudad de Tewkesbury en Gloucestershire, cerca de la frontera entre los ríos Severn y Avon, esta abadía no solo es un centro espiritual, sino también un monumento histórico que conserva siglos de historia. Conocida oficialmente como "La Iglesia Abacial de Santa María la Virgen", fue originalmente fundada como un monasterio benedictino y se convirtió en una iglesia parroquial después de la disolución de los monasterios en el siglo XVI, sirviendo como tal hasta el día de hoy. Su tamaño, belleza y relevancia histórica la convierten en una visita obligada para cualquiera que visite la región de Cotswolds.
Arquitectura normanda de la abadía
La historia de la Abadía de Tewkesbury comienza en 1087, cuando Robert Fitzhamon, un noble normando, inició su construcción. La abadía fue consagrada en 1121, aunque las obras continuaron durante décadas. Destaca especialmente la imponente torre normanda, que con sus 40 metros de altura está considerada una de las más grandes de su tipo en Inglaterra y está coronada por arcos románicos elaborados. El nave, también una obra maestra de la arquitectura normanda, impresiona con sus poderosas columnas que sostienen una bóveda que fue complementada más tarde en estilo gótico. Esta mezcla de la robustez románica y la elegancia gótica, como en las delicadas bóvedas de abanico del coro, le da a la abadía una tensión arquitectónica única que cautiva a los visitantes de inmediato. Durante la Guerra de las Rosas, Tewkesbury jugó un papel trágico en 1471, cuando la Batalla de Tewkesbury tuvo lugar en las cercanías, y muchos caídos encontraron su última morada en la abadía, subrayando su importancia como lugar histórico.
Monumentos históricos en Tewkesbury
En el interior de la abadía, los visitantes encontrarán una gran cantidad de tesoros. Los vitrales, incluido el magnífico vitral occidental del siglo XIV, bañan la sala en una luz colorida y cuentan historias bíblicas con impresionante detalle. Los sepulcros medievales son otro punto destacado: aquí descansan personajes importantes como Edward Despenser, cuya figura arrodillada sobre su tumba es un raro ejemplo de arte feudal, así como miembros de la familia de Clare, que fueron patrocinadores tempranos de la abadía. El coro, que se mantuvo después de la Reforma, es una maravilla del gótico con sus delgadas columnas y elaboradas tallas en piedra. Destaca especialmente el órgano Milton, uno de los más antiguos de Inglaterra que todavía se puede tocar, que data del siglo XVII y se utiliza regularmente para conciertos.
Vidrieras en la abadía
La atmósfera en la Abadía de Tewkesbury es una mezcla de respeto y paz. El sonido del órgano o el eco suave de los pasos sobre el suelo de piedra intensifican la sensación de entrar en otro tiempo. La abadía no es una ruina silenciosa, sino un lugar vivo: se celebran servicios religiosos, bodas y eventos comunitarios regularmente, lo que subraya su papel como corazón de la comunidad. Para los visitantes, hay una pequeña tienda que ofrece libros, artesanías y postales, así como un café cercano que sirve té, sopas caseras y pasteles, perfecto para hacer una pausa después de explorar. Los prados circundantes, conocidos como "Abbey Lawns", ofrecen un escenario pintoresco con vistas a la abadía e invitan a dar un paseo o hacer un picnic, especialmente cuando los ríos brillan al fondo.
Historia de la batalla de Tewkesbury
Para familias e interesados en la historia, la abadía ofrece mucho que descubrir. Los niños pueden explorar los detalles de las tallas o los rincones misteriosos de la cripta, mientras que los adultos pueden apreciar la profundidad histórica del lugar, como la conexión con la Batalla de Tewkesbury, que parece estar tallada en la piedra. Se puede subir a la torre, con sus 150 escalones como un desafío, pero recompensa con una vista impresionante de la ciudad y los Cotswolds. El acceso a la abadía es amigable con los perros, siempre y cuando permanezcan afuera, y su cercanía a la ciudad la hace fácil de combinar con otras atracciones como el Museo de Tewkesbury.